En esta ocasión nuestra inquietud viajera por lo cercano, nos hace adentrarnos en plena provincia de Valladolid, no muy lejos de Tordesillas en la zona de los Montes Torozos, donde se encuentra el gran castillo de Torrelobatón. Es una de las fortalezas más impresionantes y mejor conservadas de la región. Destaca su gran torre del homenaje, por su gran altura, desde la que podremos contemplar además los preciosos campos de Castilla, deleitando sin lugar a dudas la mirada del viajero.
Edificado a mediados del siglo XV, su relevancia histórica se debe a que fue el último castillo en el que se instalaron los comuneros de Castilla, tomado por las tropas de Padilla en 1521, antes de que su ejército fuera derrotado en Villalar, convirtiéndose así en todo un símbolo de la contienda.
Por este motivo hoy en día alberga el Centro de Interpretación del Movimiento Comunero, en el que se el visitante puede ilustrarse sobre este movimiento social y político que convulsionó la corona de Castilla entre 1520-1521, así como apreciar también la propia arquitectura de la fortaleza, que es magnífica.
En el recorrido por las tres plantas de su torre del homenaje, podremos ir descubriendo mediante elementos gráficos, audiovisuales y maquetas, los acontecimientos de la Guerra de las Comunidades y su trascendencia histórica, junto al papel que jugó este mismo castillo y otros de su entorno en la batalla.
Podemos también aprovechar este viaje para ver otros lugares de la zona cercanos a Torrelobatón, como la localidad de Wamba. Topónimo único en España que empieza por esa letra y lugar también histórico al coronarse en él en el año 672 el rey visigodo del mismo nombre. De gran interés es su iglesia de Santa María, pues formó parte de un monasterio de relevancia en el pasado por su relación con la realeza leonesa así como por ser propiedad de la influyente Orden de los Caballero de San Juan de Jerusalén en el siglo XII, y conteniendo uno de los osarios más voluminosos de la península.
Y en este pequeño recorrido no perderse San Cebrián de Mazote, destacada por su Iglesia de San Cipriano, pues es uno de los principales ejemplos del arte mozárabe en la región, con sus preciosos arcos de herradura, que dan al templo una singularidad a la que no estamos acostumbrados y que los expertos apuntan como fecha de origen del templo el siglo X.