Esta localidad de la provincia de Salamanca, ofrece al viajero una oportunidad real de disfrutar y sentir un lugar especial, pues son los sentidos los que en este viaje comulgarán con la mirada del viajero.
Montemayor del Río se encuentra cerca de Béjar, poco antes de la frontera con Extremadura. Ya la pequeña carretera de acceso a la localidad después del desvío que podemos coger en la misma autovía A66, es un anticipo de la belleza del lugar, en el que además, entre la espesura del bosque por la que transita, irá apareciendo y asomando su silueta. El pueblo enclavado en un pequeño cerro, está rodeado de un gran bosque en su mayoría de castaños, por lo que le proporciona junto a su castillo en lo alto del municipio, una fisonomía preciosa. Además, es un sitio desde el que no se ve ninguna otra población cercana, por lo que le confiere cierta sensación de aislamiento pudiendo percibir el silencio y la calma que existen en el lugar.
A parte de poder visitar su castillo y apreciar desde sus torres el gran paisaje y las vistas que proporciona el lugar, así como también pasear por su pequeño casco urbano, con una arquitectura popular típicamente serrana, podremos apreciar aún hoy la tradición artesana relacionada con la cestería, muy popular desde siempre en la zona y destacable históricamente.
Otro de sus atractivos principales que acompaña a este lugar, son las distintas rutas de senderismo que se pueden realizar, y que son muy recomendables, tanto por su valor natural como cultural, pues harán disfrutar doblemente al viajero durante sus recorridos. Como la ruta de los miliarios, que combina naturaleza frondosa e historia, pues nos encontraremos con algún tramo de la antigua calzada romana de la ruta de la plata, como atestiguan los antiguos miliarios, las señales en piedra de las antiguas carreteras romanas. Es una ruta cómoda, para disfrutar tranquilamente de su recorrido y pasar bien toda una mañana o incluso un día entero.
Otra de las rutas es la que discurre por la otra zona de bosque del municipio más hacia el sur, y de algo más de dificultad, más montañosa y no tan llana, pero también muy recomendable, pues concurre en algunos tramos con una Cañada Real, pues en la época de la transumancia en la que los grandes rebaños de ovejas eran conducidos entre el norte y el sur de España, por aquí confluían la Cañada Real de la Plata y la Soriana Occidental.